Es importante calcular la cantidad de pintura que vamos a necesitar por dos razones fundamentales:
1 – Económica: A nadie le gusta pagar más de lo necesario.
2 – Medioambiental: Cuanto más ajustemos el consumo menos sobras generaremos. No tire nunca los envases ni la pintura a la basura y siga las recomendaciones de su municipio para la recogida selectiva de residuos.
Pero a veces, bien porque los rendimientos no son exactos, bien porqué queremos un resto para repintar pequeños desperfectos y manchas y finalmente no se utiliza, llega un momento en que tenemos restos pintura con los que no sabemos qué hacer.
Si se trata de pinturas cuyo pot life es muy corto, generalmente pinturas de dos o más componentes cuya mezcla tiene que aplicarse inmediatamente, no se podrán aprovechar.
Si trabajamos con pintura de un solo componente, cuando terminemos guardaremos cuidadosamente el sobrante en un envase bien cerrado. Si hemos gastado poca, se podrá conservar en el envase original. La capacidad del recipiente tiene que ser adecuada a la cantidad, para reducir al mínimo el contenido de aire. No debe mezclarse ni con agua ni con otros diluyentes. Guárdela en lugares ventilados, sin exposición directa al sol y evitando temperaturas altas. Con estas sencillas recomendaciones estará lista para un nuevo uso aunque haya pasado bastante tiempo.