Una fachada es el escaparate no sólo de un edificio sino también del entorno en el que está ubicada. ¿Cuantas restauraciones han dejado al descubierto verdaderas joyas que sin un trabajo adecuado se hubieran perdido para siempre? ¿Cuántas ciudades que antes eran grises resplandecen con sus avenidas embellecidas por inmuebles singulares? Por no hablar de numerosos monumentos que sin un trabajo delicado pasarían desapercibidos.
Cuidar de nuestras fachadas es una buena inversión ya que además del efecto visual, con una buena protección también aislaremos el interior, con el tratamiento más apropiado en función de la exposición a los elementos. No es lo mismo una casa en el desierto, que en la selva o que en una ciudad con un tráfico muy contaminante. Los técnicos determinarán la prevención más aconsejable y a nosotros sólo nos quedará elegir las tonalidades de la capa final.
El pintado de una fachada tiene que ser de larga duración porqué el gasto en andamios, limpieza, maquinaria y pintura puede llegar a ser importante. Por lo tanto, aconsejamos no escatimar en productos de máxima calidad y aplicadores de confianza para un resultado impecable y duradero.
En consecuencia, Pivema dispone de una gama de revestimientos para exterior de mucha calidad, para la restauración y el pintado de las superficies más exigentes. Les invitamos a consultar nuestra web para mayor información.