No nos cansaremos nunca de repetir en todos los artículos que hagan referencia a cualquier pintado, que antes de empezar, deberemos proteger cuidadosamente las zonas que no van a ser pintadas y los objetos y enseres que no se puedan mover. Una simple gota puede provocar un daño irreparable.
Y por supuesto, insistiremos en que también debemos protegernos nosotros. Gorras, guantes, ropa apropiada, y mascarillas y gafas en el caso de pinturas que requieran una protección especial. Ante cualquier duda hay que consultar siempre las especificaciones de producto y si las explicaciones no bastaran, preguntar al distribuidor o al fabricante.
Pero si después de haber tomado todas las precauciones se produce cualquier mancha, lo prioritario será, sea cual sea el producto utilizado, retirarla mientras esté húmeda.
Si se trata de pinturas al agua, bastará un poco de jabón, agua y un trapo limpio. Para otro tipo de pinturas será necesario un disolvente que utilizaremos con mucho cuidado.
Cuando las manchas están secas es más complicado porqué depende del tipo de pintura y del soporte afectado. Si no estamos seguros de cómo hacerlo será mejor consultar a un experto antes de realizar una chapuza que afee aún más la superficie.