La pintura con efectos además de permitir un sinfín de combinaciones de color y texturas, es muy útil para pintar encima de gotelé, sin tener que retirarlo y también para destacar elementos, ya sea resaltándolos o bien creando contrastes.
Normalmente los efectos están pensados para paredes de interior pero hay algunas pinturas que resisten a la intemperie.
Además de preparar la superficie, es imprescindible aplicar una imprimación para facilitar la adherencia de la pintura.
Y aunque hay multitud de pinturas en el mercado con el efecto incorporado, hoy nos centraremos en los acabados que se pueden conseguir trabajando la pintura plástica con elementos muy básicos, por lo que la aplicación es muy sencilla, pero el resultado es magnífico.
Si marcamos la pintura todavía húmeda y con una base más espesa de lo normal, con hojas, ramas o pequeñas piedras, obtendremos una textura irregular con un patrón diferente en toda la pared.
Si extendemos la pintura con una esponja natural, dando pequeños golpes, crearemos tonos irregulares que resaltarán más si el fondo es claro.
Si a la pintura le añadimos arena, conseguiremos una superficie más resistente a golpes y arañazos. Hay que remover bien para que se distribuya de manera uniforme sin dejar zonas con grumos.
Y por último, algo muy sencillo; hacer franjas utilizando el mismo tono pero con diferentes acabados, mate y brillante, o bien mate y satinado.
En todos los casos, se trata de modificar los acabados lisos utilizando técnicas sencillas sin demasiado esfuerzo y de manera económica.