Hoy en día el mercado nos ofrece infinitas posibilidades para decorar y conseguir ambientes diferentes y originales incluso en espacios reducidos.
Uno de los acabados que está cogiendo fuerza últimamente es la pizarra. Ahora que vivimos en la era de la tecnología, volver a escribir con tiza se ha puesto de moda. Y además, no hace falta comprar la nostálgica pieza con la que muchos habíamos emulado a nuestros maestros, ahora podemos diseñarla en cualquier tamaño ya que sólo hará falta decidir la pared u objeto para pintarla. Así de fácil.
La pintura de pizarra se fija muy bien sobre cualquier tipo de superficie. Está disponible en varios colores y su utilización es muy sencilla.
Pero vamos a proponer un poco de bricolaje. ¿Por qué no crear nuestra propia pintura de pizarra? Para ello necesitaremos agua caliente, pintura blanca y tiza. La proporción de pintura y agua es 4 a 1 y la tiza a discreción, aproximadamente en volumen, la mitad del agua usada. Mezclaremos muy bien los ingredientes para que no se formen grumos y el revestimiento sea lo suficientemente denso para que cubra con facilidad. Sólo nos quedará elegir el tinte para conseguir el color deseado.
Y después de unos días, ¡a escribir!