Muchas viviendas sufren humedades que a menudo llevan a la formación de moho y bacterias. Las paredes húmedas huelen mal y causan daños en pinturas y acabados además de reducir el confort.
Primero hay que mantener bien secos y ventilados esos cuartos para evitar la condensación que muchas veces produce esa humedad. Pero si ésta persiste hay que descartar que el agua de lluvia no penetre a través de las juntas de la estructura. Algunas veces penetra por fallos en los materiales de revestimiento, tapajuntas de mala calidad y masillas rotas alrededor de las uniones. Es preciso verificar estos puntos.
También puede darse el caso de que haya alguna rotura de cañería o desagüe pero eso es más fácil de solucionar porque es un fallo puntual y una vez reparada la avería desaparece el problema.
Cuando esté solventada la causa dejaremos secar la superficie. Si la pintura antigua está en buen estado limpiar y aplicar la pintura. Si la pintura está en mal estado deberá eliminarse y proceder como en una superficie nueva.
Es importante pintar con una pintura especial para cocinas y cuartos de baño que son los espacios con mayor humedad pero también existen pinturas antimoho y antiverdín para habitaciones afectadas por la formación de estos agentes tan molestos.