Cada pintura tiene un rendimiento determinado y esta información viene detallada en el mismo envase o en las especificaciones de producto de la ficha técnica, en términos medios y para dos manos de pintura. Por tanto, si dividimos los metros cuadrados de la superficie, por los metros cuadrados que se pintan con un lt o un kg obtendremos el total de kgs o lts necesarios.
A modo de ejemplo, y con nuestra experiencia, recomendamos para una vivienda de unos 75 m2 tres bidones de 15 lts de pintura plástica de calidad. Esto funciona cuando queremos pintar con un solo color, techo y paredes. Y si sobra un poco de pintura incluso irá bien para cualquier repaso.
Pero no siempre resulta tan sencillo porqué la decoración no suele ser uniforme. Se utilizan diferentes texturas y colores incluso para una misma habitación. En este caso hay que calcular los metros de cada pared o habitación, descontando puertas y ventanas. También se pueden obviar, para que de este modo sobre algo de pintura en caso de tener que efectuar repasos.
Aunque tanta minuciosidad tiene un inconveniente, el formato de venta de cada producto. No vaya a ser que para pintar un espacio minúsculo se tenga que comprar un envase de capacidad muy superior a la necesaria.
En ese caso, o bien recurrimos a las máquinas tintométricas disponibles en cualquier punto de venta de pintura, aunque a precios más elevados, o bien, si somos artistas, podemos mezclar tintes para lograr la tonalidad deseada. Pero eso ya se tratará en otro artículo.