Reconstrucción

Reconstrucción

Sí, esa es la nueva palabra. Da un poco de miedo y pensándolo bien, no hay que reconstruir ninguna estructura, todo está intacto, no como después de un desastre natural o una guerra convencional. Y digo convencional porque el lenguaje que se está utilizando es muy bélico, que si un enemigo común, que si la lucha de todos unidos, que si ganaremos esta batalla, pero por otro lado sí que encierra un punto de verdad porque habrá una reconstrucción de empleo, de sanidad, de educación, de muchas cosas.

Algunos países han empezado el desconfinamiento, otros van planificando en función de cómo avanza la pandemia pero la situación mejora y poco a poco todos nos incorporaremos a nuestra vida normal.

Me entristece oír que sectores como la cultura, el ocio y el turismo no se normalizarán hasta finales de año, pero necesito creer que se refieren al 100 % de las actividades y que antes habrá aperturas parciales. Si no nos dejan ir a la playa y no hay nada, pero nada de turismo, ni ocio, este país no sobrevivirá. No quiero creerlo, no.

En Pivema trabajamos desde el martes pasado, en jornada intensiva mientras dure el estado de alarma, a un ritmo satisfactorio dadas las circunstancias, pero me temo, que, si el verano desaparece, el impacto negativo nos afectará a todos.

Por eso sigo con tanto interés los avances en medicamentos para curar el coronavirus, ya que la vacuna tardará. Hay varios ensayos en marcha y alguno muy avanzado. A eso me aferro para volver cuanto antes a la ansiada normalidad y minimizar el impacto de este virus de origen sospechoso, no en vano políticos serios como Macron ya están pidiendo una investigación.

¡A trabajar!

Pintado epoxi 100% sólidos para sistema parking en Pivema

Dicho así suena duro, pero creo que todos tenemos muchas ganas. Como actividad NO esencial, volvemos a la fábrica después de Semana Santa.

Y digo que suena duro porque nadie sabe cómo va a ser esta etapa. ¿Cómo está la plantilla? La salud de los nuestros lo primero. ¿Y los clientes y colaboradores? ¿Cómo va el ánimo? ¿Qué secuelas aún, y sin tener afectados en nuestras familias, va a dejarnos este virus?

Se irá viendo, pero también es positivo que la actividad económica se reanude para que el país no siga paralizado. Todos somos responsables, empresas y trabajadores de seguir las medidas de prevención recomendadas.

A pesar de que desde algunas instancias parece que se nos envíe al matadero y se nos repita que somos muy desgraciados por tener que reincorporarnos a nuestros puestos de trabajo,  sinceramente, si las cosas ya se hacían bien antes del parón, no hay que temer al contagio. Aunque evidentemente el riesgo 0 no existe y si lo que queremos es  0 contagios la alternativa es quedarnos todos  en casa hasta tener la vacuna. ¿Y quién lo paga?.

Deseo que esta reincorporación sea el preludio de los demás desconfinamientos, y estoy segura de que saldrá bien, y de que poco a poco todos volveremos a la normalidad.

Pensar en positivo también es un trabajo y nadie dice que sea fácil, pero no imposible.

Segunda semana de hibernación

Segunda-semana-de-hibernación

Es cierto que la crisis producida por la pandemia del coronavirus es grave, es cierto que la gente tiene miedo al contagio y sufre por los suyos y es cierto que nunca antes se había vivido algo de esta magnitud.  Pero yo me pregunto, ¿es necesario que la mayoría de mensajes económicos que nos llegan sean apocalípticos?

¿Por qué se empeña todo el mundo en dar malas noticias y son muy pocos los que transmiten optimismo, aunque sea moderado? Por ejemplo, es posible creer que habrá un rebote de la economía, quizá no en un mes, pero sí en un razonable corto plazo. Es una probabilidad, dado que la crisis es coyuntural, no estructural.  Esta es la opinión de Nadia Calviño, ministra muy respetada. Yo me apunto.

Pues no, ejemplo de lo que abunda, titulares del tipo ¡7 millones de parados! Eso es para dar miedo, ¿o si no para qué lo publican? ¿Están contabilizados los que están en ERTES  y volverán pronto al trabajo, y que por lo tanto en un breve espacio de tiempo ya serán menos de 7 millones? Silencio sobre eso. ¡Ruina en las empresas!, hombre, no estamos para tirar cohetes, pero el parón lo superaremos, aunque con dificultades y sin beneficios. Otro año será.

Y yo me pregunto, ¿alguien sabe a ciencia cierta cómo va a recuperarse la economía después del confinamiento? ¿Todos los expertos que opinan sin cesar han vivido una situación como esta anteriormente para argumentar con tanta vehemencia?

 ¿Por qué todo el mundo se empeña en ser tan cenizo? Si de verdad hiciéramos caso de gran parte de las previsiones sería mejor que ya no abriéramos nunca más nuestros negocios. ¿Para qué?, si según todos los oráculos estamos condenados al abismo.

Que el turismo no está para alegrías es una realidad y la cultura y el deporte, tampoco. Ellos serán los últimos en normalizarse. Pero los que nos hemos visto privados de tan buenos ratos de ocio, seguro que volveremos a gastar en esos sectores. ¡Es nuestro deber ya que el estado NO va a llegar a todo!

Demos alas a los valientes, no a los miedicas. Señoras y señores, vamos a ponernos todos las pilas, y que cada uno de nosotros aporte nuestro granito de arena, nada de deconstruir, al contrario, batallemos por nuestro bienestar como los sanitarios y demás servicios esenciales que ahora cuidan de nosotros. Ellos son nuestro mejor ejemplo.

Ánimo queda un día menos. 

Hibernados frente al coronavirus

Hibernados-frente-al-coronavirus

Hibernados, esa es la palabra que ha usado el gobierno para describir la segunda fase del estado de alarma.

Sigo pensando que tengo más riesgo de contagiarme yendo a comprar al súper que a trabajar a la fábrica, pero si los científicos recomiendan esta segunda fase de confinamiento hay que respetarlo. Ojalá este endurecimiento sirva para que todo acabe antes.

Qué difícil debe ser gobernar estos días. Tengo la sensación de que los responsables que aparecen cada día dando cifras y dictando medidas, de repente han envejecido unos años. Y qué triste la crítica. Que las cosas se podían haber hecho mejor quizá, pero no veo que ningún país tenga una varita mágica. Hay soluciones distintas para realidades distintas. Pero todos acabaremos saliendo de esta pandemia.

También me hago una reflexión, en mi casa no hemos gastado nada durante un mes, tan solo comida. Y como en la mía en la de todos. A excepción de los que han usado el comercio electrónico, que no sé si es competencia desleal, ya que han podido vender productos que no son de primera necesidad cuando las tiendas se han visto obligadas a cerrar.

Pero esto sería otro debate que algún día habrá que hacer, de momento espero que esta hibernación provoque un rebote que haga recuperar el tiempo perdido. De entrada, las peluquerías se hincharán a hacer horas extras, por poner un ejemplo.

Esta vez el link que propongo es la canción Resistiré, casi un himno, en la versión que han realizado varios músicos y cantantes españoles. Es una delicia.

Pues eso, a resistir.

https://youtu.be/hl3B4Ql8RtQ

Esfuerzo colectivo de la ciudadanía para superar la crisis

Mantenimiento y reparación de suelos en Pivema

En el esfuerzo colectivo que tiene que hacer toda la ciudadanía para combatir el momento excepcional que vivimos , entra también NO fomentar el pánico anticipadamente. Ser constructivos y pensar que durará poco.

Ya hemos recibido comunicados de clientes que quieren aplazar sus pagos, cuando el confinamiento no ha hecho más que empezar y NO son empresarios afectados por el cierre de sus empresas.

Tendremos tiempo de reflexionar y negociar, cada empresa con su situación, pero precisamente los bancos y el estado están echando una mano en este sentido para perjudicar de la menor manera posible a las pymes y autónomos.

También salen a relucir las preocupaciones de muchos trabajadores por sus vacaciones. Sugiero que antes todos colaboren para mantener el puesto de trabajo que es lo prioritario y en su momento todos las disfrutaremos.

No pongamos las cosas más difíciles de lo que están e intentemos entre todos mantener el país a flote.

Responsabilidad y sacrificio ante el coronavirus

Responsabilidad-y-sacrificio-ante-el-coronavirus

Ya hemos entrado en la fase álgida de la crisis del coronavirus. Confinamiento para minimizar riesgos, pero sin paralizar en lo posible los suministros industriales y la producción.

En Pivema hemos reducido la jornada de trabajo y aplicamos desde hace días el protocolo para evitar nuevos contagios.

Será difícil superar este período pero como es una cuestión que afecta a toda la sociedad, nos corresponde ser responsables y sacrificarnos un poquito todos para el bien común.

Y cuando acabe el confinamiento, ser muy solidarios con los que han tenido que cerrar durante días sus  negocios. Compremos más que nunca productos de proximidad, vayamos a la peluquería, llenemos los bares y restaurantes y sobre todo salvemos los comercios de nuestros barrios.

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